AL BANCO DE LOS ENAMORADOS…
En Padrón, hay un jardín…
En aquel jardín, había un pequeño banco…
En aquel pequeño banco siempre había enamorados…
En los enamorados aquellos, había mil sueños…
En los mil sueños de ellos, había primaveras…
En las primaveras suyas, muchos árboles…
En los muchos árboles, había verdes hojas…
En las verdes hojas de los árboles, había frondosas ramas…
En las frondosas ramas, había muchos nidos…
En los muchos nidos aquellos, había pajarillos…
En los pajarillos de los nidos sonaban trinos…
En los trinos que sonaban, se formaban melodías…
En las melodías que se formaban, había calma…
En la calma que había, surgían besos…
En los besos que surgían, renacía el alma…
En el alma que renacía, había una inmensa paz…
En la inmensa paz aquella había un jardín…
Porque en el jardín, había un banco…
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Fernando Castaño
