75 AÑOS DE MI RADIO GALICIA
Recojo los recuerdos de todos los premiados
con mis dedos gallegos,
con mis ojos gallegos,
con mis labios gallegos de morriña,
y los pongo a crecer, junto a los míos, en los años sesenta,
aquellos años puros de de gargantas rebeldes
y melenas al viento.
Y mis canas cansadas
recuperan tupé de radio joven,
la radio que crecía
en el piso primero de una plaza pequeña,
plaza mía, de la Universidad y del silencio.
Suena Radio Galicia
en el indicativo de mis sueños,
y el sonido me trae
a aquel ARTURO REY aristocrático,
voz caliente de traje y de corbata permanente.
Busco a ISABEL CAROU
y aparece detrás de los cristales
de aquel estudio viejo de cansancio y de tedio,
haciéndole la guardia a las novelas
en largas tardes muertas de EAJ 4 y de calceta.
Sitúo en la distancia
la palabra sagrada de ANGEL DE LA PEÑA,
conquistando a Santiago
con su garganta ronca de amores y de juerga.
Me encuentro, frente a frente,
con MARILUZ VILLAR,
en plenitud de radio y de Ditea.
Busco a MARIA TERESA
en la mejor esquina de aquel sueño primero,
mi NAVAZA querida,
que aún me late, menuda y vivaracha,
en el mejor lugar de mis comienzos.
Llamo DIEGO BERNAL,
con gritos que revientan de cariño,
y le pongo micrófonos al cielo,
para que vuelva a ser mi compañero de taza y de poema.
Y me acerco a la Reixa
A ver a PEPE ALVITE escanciando palabras
en folios de Ribeiro.
Y le pongo mayúsculas de entonces
a RAMÓN PÉREZ PARDO
y a FERNÁNDEZ, y a PAZOS, y a OTERO
y a PEPE GUTIÉRREZ, y a CASTELO.
Y a la tropa del cable, buena tropa,
a POSE, y a ESPANTOSO, y a PETEIRO,
fieles despertadores de mi resaca eterna.
Y bajo hasta la tierra a SANTIAGO DAVILA,
el único que supo grabarme el pensamiento.
Y luego, me iré con todos ellos
Y con todos vosotros, lentamente,
por el mismo camino de nostalgia,
a pasear el Franco con piernas de vermut y vino viejo,
mientras pasa la Tuna en la moviola
y un romance de amor para Carmiña
convierte en formidable de Oliveras la Casa de la Troya.
Os llevaré conmigo
a pasear Toral y Alameda,
donde las Marías ponen polvo de arroz en los recuerdos.
Y, después de abrazar el Obradoiro
con abrazo de Apóstol y de botafumeiro,
iremos, con la noche entre los labios
y el “feliz cumpleaños” en los cinco sentidos,
a decirle a la radio,
a la Radio GALICIA de los 75,
que estamos encantados de haberla conocido.
PEPE DOMINGO CASTAÑO
Noviembre 2008