AL CHINCHÓN…


Tan dulce llegas y me surcas los adentros del cuerpo,
Tan dulcemente vienes, como acariciándome el alma…
Me gusta tu suave limar en mi garganta, como
reanimas… como ausentas de tanta desesperanza…

Chinchón… jarabe electrizado, medicina de dioses…
Néctar del millón de flores que libaron seres de cielo,
Anisada esencia que espanta a todos los sinsabores…
¿Que ocultas en el blanco interior de tu apariencia de agua…?

¿Que oculta la mágica presencia de tu roja enseña…?


Fernando Castaño. 22 Noviembre 2008.