“Esa mañana…”
A la hija del tío Moncho. A la prima Pilarita.



Dormitaron sus distancias nuestras horas
Por entre las interminables hojas de sendos calendarios…
Atrayéndose al sueño encadenado tantas demoras,
Mientras que por venas y corazones latían los apellidos…


…Hay imágenes muy lejanas guardadas de los rostros,
En Ojos de un ayer que mimaron las pupilas…
…Para que no se borraran, prima, nuestros lazos…
Son llamas del transcurso que se mantuvieron como vivas…

…Se le puede ansiar para siempre a un eco del alma…
Porque una llamada puede despertarlo dulcemente una mañana…


…Alguien nos acercó hasta un reencuentro,
Ese alguien que sintió el romper de las distancias…
…Y aquí estamos, hablándonos de nuevo,
Palabras de cariño, prima, de cariño almacenadas.


…Porque a nuestra madre anciana renovaste tú el aliento
Sabiéndote ella allí, también con el tuyo, donde estabas…
…A todos les reavivaste igualmente los recuerdos,
A todos les despertaste, Pilarita, dulcemente “esa mañana”…



Fernando Castaño Solar. Marzo 2009.