A Matías, con amor…
Lo saben todas las horas de mi vida, Mati.
Toda, lo sabes, mi existencia está impregnada de ti…
…Eres más que el hermano que siempre he tenido,
La parte de mi sangre más correspondida.
…
El que siempre te ha visto ausente de todo
No sabe lo que se mueve por tu alma…
Ignora el gran secreto que guardas por tu nombre,
Y con tu presencia, donde llenas con ella los vacíos…
…
El que aún ignora tus sentimientos, no sabe
Cuanta grandeza se obvian por tus encantos…
Cuanta, de tu fantasía, es la mía, la del otro… y la de todos…
Aunque alguien la enmascare de locura…
…
Pero es así todo, Matiíñas, tal como tú lo ves, y lo vives.
¡Que nadie te diga nunca a donde dirigir tus miradas!
Ni a donde elevar tus limpios pensamientos…
¡Que nadie te retire de tu aliento libre…!
…
Siempre te he tenido animado en mis adentros
Hablándonos con las conversaciones tuyas,
Las que me tienes, cuando te dejan respirar la calle…
Cuando te abren una puerta nueva en otra orilla…
…
Hoy, se me apuran más enérgicas las sangres
Viéndote donde estás, tan injustamente herido…
Pero sé, que de esta saldrás renovadamente airado
Que aún quedan millares de veces por reprenderte...
…
Tú, que llevaste otro sueño aparejado al tuyo,
Que lo acarreaste ocupando a todas horas tu cabeza…
…No sé, si otros, lo hubieran mantenido con tu entereza,
O si, simplemente, hubieran sido capaces de mantenerlo…
…………
Ay, mi Matías del alma, tanto hermano querido como eres…
Sé, que jamás nadie frenará tanta suave caricia,
Nadie podrá apagar esa eterna vela que encendiste
Cuando llegaste a nosotros, aquel día, portando tu sonrisa…
Fernando Castaño Solar. 25 de Noviembre de 2009.