ME PEDISTE UN POEMA, ME PEDISTE VERBOS…
A Maria del Carmen Castaño Solar, Guapecha
Entre los verbos hermosos de la tierra
Quisiera hoy acertar con el tuyo…
Brindártelos a la cálida blancura que guardan tus adentros,
Guapecha, hermana mía.
De tu eterno semblante de niña guardo aquí
La transparencia tan segura que asomaste siempre…
Con esa tu alma de par en par abierta.
…Abrías los ojos y se abrían tus cielos de esperanza…
...Y hacías relucir todos esos verbos de la tierra por ti,
Por donde pisaras, por donde latías…
…Iban acompasados cientos de versos contigo,
De la mano, por donde tú respiraras.
Es tan difícil dar con las palabras justas,
Grandioso reposarlas en honor de una hermana…
Tú, tú siempre has sido especial para nosotros,
Hiciste bien fácil lo difícil, con tal que nos miraras…
…Que pena que sea tan complicado el vivir… y convivir…
Hablarse muchas horas… y, hasta, puede que verse demasiado…
A veces, asquerosa falta hacen unas millas por entre las distancias
Para conseguir que el océano vuelva a tener su mar en calma…
…Son esas cosas buenas, que enmascaradas tanto brillan
Y hacen que nos vuelen desaprovechados días de las manos…
…Esos montones de horas, irreversiblemente perdidas,
En un hablar y callar de nuestras bocas…
Sin embargo, discurren las primaveras como si tal cosa
Cargándonos más y más años en las espaldas nuestras…
Y nosotros, seguimos sin saber lo grande y hermoso que tenemos,
O lo sabemos, y simplemente, nos resulte más cómodo infravalorarlo…
Mira, las canas no presagian buenas miras… ya el tiempo apremia,
…Ya es hora de darle fuertes manotazos a todos los vientos.
Es hora de retirar los antifaces que cubren nuestras mentiras
Y de desnudar otra vez al alma, mostrando las venas que nos circundan…
---Al fin y al cabo, es la vida, al cabo y al fin somos emparejados destinos…
Somos paralelas sendas fruto de unos suspiros amorosamente deseados…
…Aquí estamos, convertidos en amasijo de distantes extraños en un mundo raro,
Y sin embargo, cuando se miran ambos, sienten cada uno las venas como propias…
Quizás mañana, quizá algún día, aunque sea el día del más crudo invierno
Se vuelvan todas nuestras perdidas miradas a mirarse a los ojos, de nuevo…
Y vuelva a salir nuestro Sol de siempre por el horizonte de los apellidos
Para que la luz nos deje ver todo lo que su gran poder ilumina… y no vemos…
Tú, no eres culpable de la vida, no desandes ese tu camino que llevas rectilíneo
Ni le des por tus oídos más volumen a las oscuras voces de más afuera…
…Ni te sientas jamás insegura de sentirte segura, que lo eres,
Ni le des la espalda a ninguna de las señales de gloria que veas en tu cielo…
..Seguirán tus inquietos ojos buscando luz por las estrellas
Contando los incontables luceros que hay en tu firmamento…
…Y así, los verbos surgieron tan calmadamente como se buscaron
Suaves por entre las espumas de nuestras olas, Guapecha, querida hermana mía…
Fernando Castaño. 2009.