BOLI ( A José Domingo Méndez)
…”Como viento que mueve las ramas
Como ramas agitadas por los vientos
Se estremecen mis recuerdos por momentos
De aquella tu infantil calma, que alegraba mis mañanas…”
……………….
Fue el día en que me fijé en tus ojos
Cuando mirabas por ellos siendo un niño…
Desde entonces cabalgo de la mano de tus sueños
Yéndome contigo, a caminar juntos…
Muy ayer olvidamos las edades
Cuándo sonreíamos nuestras locuras…
Éramos casi iguales, Boli, casi éramos “tan parecidos”
…Siendo uno, más bien mayor… y tú, siendo apenas aquel niño.
Miraba mis nostalgias a través de tus ventanas
Abiertas de par en par como las tenías…
Cuántas veces me vi, reflejado en tu sonrisa…
Cuántas, en tu inquieta sangre saltarina.
Tú, desde tu cuerpo ancho, sonreías y sonreías
Y yo venía de Madrid a contemplarte,
A beber de tu alegría, que a mí se me perdía,
Con los años se me iba yendo esa alegría tan mía…
La pena, es que los tiempos no detengan su escalada
Y sus huellas, dejen de desbrozar tantas inocencias…
La vida tiene que seguir, y sigue, y como sigue…
Cerrándole amargamente los ojos a las purezas.
¡Quisiera volver atrás por algún tiempo
Para rescatarnos las sonrisas que teníamos…
Y volver a empezar otra alegría, de nuevo,
Para no dejarla irse jamás, como se ha ido…!
Fernando Castaño. Noviembre 2009